Son ya siete años los que mi mujer y yo llevamos embarcados en el esfuerzo diario que supone el facilitar a nuestros hijos la práctica deportiva, en nuestro caso el baloncesto. En todos estos años hemos podido constatar que es un esfuerzo de recompensa rápida, estamos viendo crecer a nuestros hijos alegres y aprendiendo valores como el esfuerzo, el trabajo en equipo y la responsabilidad que complementan a la perfección el resto de valores que se les transmiten en el colegio y en casa. Sin olvidarnos de la importancia que la práctica deportiva organizada tiene en el desarrollo físico de los niños.
Viendo la importancia que la práctica del baloncesto iba adquiriendo en mi familia, hace ya cuatro años que junto a un grupo de padres con las mismas inquietudes, decidí embarcarme en la aventura de intentar gestionar el club de acuerdo a unos determinados valores. Lo conseguido en este periodo de tiempo ha sido espectacular, creo que tanto en mi vida personal como profesional nunca he visto un proyecto que se haya desarrollado tan satisfactoriamente, sobre todo teniendo en cuenta que la principal motivación de todos los que hemos participado ha sido la ilusión.
Por este motivo queremos seguir cuatro años más trabajando en este proyecto, apuntalarlo e intentar hacer del CBLR una organización referente tanto en lo deportivo como en lo social.